La tersura de una piel firme y delicada sirve de inspiración a Xavier Martín para llevar a cabo este proyecto, en el que los diferentes elementos recrean la sensación de estar inmerso en un ambiente orgánico y envolvente. El local, destinado a clínica estética, tiene dos plantas y una forma irregular. Sus 285 m2 se distribuyen entre recepción, zona de atención al cliente y consulta médica, baños, office y nueve cabinas adaptadas a los diferentes tratamientos.
Desde el exterior, se puede ver la entrada, un gran espacio diáfano en el que aparecen las formas escultóricas de las columnas, inspiradas en el colágeno de la piel. Esta total abertura al exterior permite visualizar el contraste entre un interior de aire futurista y de vanguardia, acorde a la tecnología avanzada de este centro estético, y la zona donde se ubica: un barrio tradicional y de gran arraigo histórico de Barcelona.
En la entrada, se encuentra la zona de recepción formada por una pieza escultórica y volátil, diseñada por Xavier Martín, que atraviesa el cristal de la fachada. La lámpara HLF de DAB aporta dinamismo al espacio.
En la pared de detrás del mostrador, aparecen frases en diferentes idiomas con el lema del centro con el objetivo de conseguir una textura provocadora.
Tanto las paredes como los elementos estructurales cobran vida y movimiento con la presencia de líneas curvas en todo su recorrido y junto a un estudiado tratamiento de la luz se consigue una atmósfera sinuosa y relajante.
La zona de espera, con el sofá Moon de Zaha Hadid y la lámpara No Fruit de Dark, proporcionan a la sala una atmósfera futurista.
El caracol -junto a la lámpara del mostrador- transmite el movimiento que fluye tanto en el espacio interior como en el cuerpo humano. El perímetro de este elemento se cierra con una mampara de cristal para conseguir mayor privacidad para la sala de reuniones.
El pasillo, que accede desde la entrada hacia la parte privada, lo forman paredes inclinadas que dan paso a la consulta de la doctora, las cabinas y una escalera por la que se accede al piso inferior.
El color blanco -junto a la iluminación empleada- reafirma la idea de frescura en este espacio de alto contenido conceptual, marcado por unas formas y volúmenes orgánicos.
Las nueve cabinas están señalizadas por líneas verticales iluminadas con leds que realzan la línea serpenteante del pasillo.
Más información: Xavier Martin