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La firma Cosentino encargó al interiorista Francesc Rifé la realización de su showroom en Valencia, un espacio de 500 m2 divididos en dos plantas. Éste debía conjugar las facetas de tienda no convencional y lugar de encuentro para profesionales del sector, donde los visitantes pudieran percibir libremente todas las sensaciones que les pudiese sugerir la piedra natural.
Para que esto ocurriera, el estudio proyectó un espacio polivalente, neutro, en color blanco tanto a nivel de suelos como en superficies verticales, conteniendo de forma estratégica los diferentes modelos de mármoles, calizas, pizarras, granitos o silestones. El blanco, aplicado a base de resinas, desplaza el protagonismo hacia cada uno de los materiales expuestos.
El diseño de los expositores, formulado a base de pletinas de acero negro, se encarga de emplazar todos los elementos de una forma integrada, tratando por igual las superficies horizontales y verticales. La utilización del acero permite diseñar todos los expositores verticales, como un módulo más, sin tomar más protagonismo. Además, todos los elementos expuestos pueden cambiarse con muchísima facilidad, gracias al sistema de fijación que incorporan todos los paneles y que las pletinas y chapas verticales esconden en su parte interior.
El carácter del proyecto debía de transmitir cierto aspecto industrial, por lo que los techos y paredes posteriores a los paneles expositivos se han dejado en su estado original de ladrillo, pintado en color negro. Aberturas estudiadas en el falso techo blanco permiten la aspiración de los conductos de aire acondicionado y la ubicación de spots de iluminación escenográfica.
La distribución del espacio se consigue desplegando el mismo despiece de módulos blancos delimitados con las chapas o pletinas de acero, de forma vertical y consiguiendo una zonificación que da paso a una ordenada circulación del cliente. Las dos plantas están comunicadas por un gran ventanal, que facilita que la luz natural llegue a ambos niveles. Una gran "jaula" suspendida del techo, donde se exponen múltiples muestras pétreas, también sirve para esconder los dos proyectores que disparan hacia el dintel de la zona del fondo, consiguiendo que la zona de laboratorio y formación esté equipada con un servicio audiovisual continuo.
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Para que esto ocurriera, el estudio proyectó un espacio polivalente, neutro, en color blanco tanto a nivel de suelos como en superficies verticales, conteniendo de forma estratégica los diferentes modelos de mármoles, calizas, pizarras, granitos o silestones. El blanco, aplicado a base de resinas, desplaza el protagonismo hacia cada uno de los materiales expuestos.
El diseño de los expositores, formulado a base de pletinas de acero negro, se encarga de emplazar todos los elementos de una forma integrada, tratando por igual las superficies horizontales y verticales. La utilización del acero permite diseñar todos los expositores verticales, como un módulo más, sin tomar más protagonismo. Además, todos los elementos expuestos pueden cambiarse con muchísima facilidad, gracias al sistema de fijación que incorporan todos los paneles y que las pletinas y chapas verticales esconden en su parte interior.
El carácter del proyecto debía de transmitir cierto aspecto industrial, por lo que los techos y paredes posteriores a los paneles expositivos se han dejado en su estado original de ladrillo, pintado en color negro. Aberturas estudiadas en el falso techo blanco permiten la aspiración de los conductos de aire acondicionado y la ubicación de spots de iluminación escenográfica.
La distribución del espacio se consigue desplegando el mismo despiece de módulos blancos delimitados con las chapas o pletinas de acero, de forma vertical y consiguiendo una zonificación que da paso a una ordenada circulación del cliente. Las dos plantas están comunicadas por un gran ventanal, que facilita que la luz natural llegue a ambos niveles. Una gran "jaula" suspendida del techo, donde se exponen múltiples muestras pétreas, también sirve para esconder los dos proyectores que disparan hacia el dintel de la zona del fondo, consiguiendo que la zona de laboratorio y formación esté equipada con un servicio audiovisual continuo.
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