Una estructura original excesivamente compartimentada y funcionalmente complicada se convirtió, tras la intervención del estudio holandés i29 l interior architects, en un cálido apartamento lleno de luz y amplios espacios. La vivienda, un dúplex de 150 m2 en el que vive una familia de cuatro miembros, está situada en un edificio señorial en el sur de Amsterdam.
Sin duda, la pieza más espectacular de la casa es el volumen lacado en blanco que separa / comunica la cocina y la zona de comedor. Lo componen una serie de armarios en cuyas puertas se han prácticado aberturas irregulares y de diferentes tamaños cortadas a láser, que producen un dinámico efecto de vacíos y llenos. Además, estos orificios también funcionan como asas integradas.
La semitransparencia de esta piel, que deja ver o entrever lo que se guarda en su interior, confiere profundidad a esta estructura, que se complementa con mobiliario como la silla One de Konstantin Gcric para Magis, la mesa Loop Stand de Leif Jørgensen para Hay y la lámpara GloBall de Jasper Morrison para Flos.
Fotografías: i29 l interior architects
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