La historia comenzó aproximadamente hace cuatro años, cuando Coca-Cola consultó al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) qué empresa de diseño podría colaborar con ellos en un proyecto ecológico. El MOMA recomendó a Emeco y la multinacional les propuso fabricar la silla Navy 1006 con botellas de plástico PET recicladas. La nueva silla llevaría por nombre Navy 111, porque éste es aproximadamente el número de botellas de 0,5 l que se necesitan para fabricar una pieza.
Una historia de amor entre dos empresas muy americanas, ya que si una es propietaria -sin dudarlo- de la bebida más famosa del mundo, Emeco se fundó en 1944 con el objetivo de fabricar sillas de aluminio para la Marina estadounidense y, desde entonces, la empresa que Gregg Buchbinder compró en 1998 ha vendido más de un millón de sillas Navy.
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Cada silla contiene una mezcla de un 60% de rPET plástico (polietileno tereftalato reciclado) y una combinación de otros materiales, incluyendo pigmentos y fibra de vidrio para darle resistencia. Este material procede de la planta de reciclado de botellas de plástico más grande del mundo, ubicada en Spartanburg (Carolina del Sur) y fue creada mediante una cooperación entre Coca-Cola y United Resource Recovey Corp. De todas las botellas que se reciclan cada año, unos tres millones de unidades de 0,5 l se destinarán a la producción de la Navy 111. Su fabricación se llevará a cabo en una planta de inyección de moldes de Carolina del Norte.
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La silla de Emeco, firma que en España distribuye Wikinsa, estará disponible a partir de junio de este año a través de tiendas seleccionadas en más de 30 países y se comercializará en seis colores: Rojo Coca-Cola, blanco, naranja, verde, gris claro y antracita. El precio recomendado es de 195 € + IVA.
Información e imágenes facilitadas por Emeco
Más información: Wikinsa